tapame que hace frío

el italiano me sale cada vez mejor. descubrí que si usás una tonada cordobesa pero sin el envión, a veces pasa. roma todavía no sé si me vuelve loco o no pasa naranja. la ciudad es un subibaja. y además está fresco. yo no sé en qué estaba pensando cuando empaqué tres trajes de baño y ningún sweater. que me iba a río de janeiro. tres trajes de baño. joder. en el hostel me dieron un curso de Cómo pedir deseos cuando tirás una moneda a una fuente. resulta que hay que hacerlo de espaldas, que el brazo cruce el pecho y salga por el otro hombro. con razón nunca me llegó la 4x4. salgo para la fontana di trevi cargado de esperanzas. está media roma tirando monedas. hay mucho principiante haciéndolo de frente, pobres. yo, recuperando tiempo perdido, invierto como 10 monedas. al día siguiente me fui al vaticano para reforzar el pedido desde otro lado. desde que me puse en la cola hasta que entré pasaron tres papas. me armo de paciencia mientras miro de reojo y más que nada desde afuera el lugar que representa el viaje de egresados de los curas. una vez adentro me pareció un tanto raro que un lugar tan sinónimo de paz estuviese repleto de cuadros y esculturas transmitiendo muerte, guerra, dolor. no sé, yo me esperaba más palomas. en algún momento de la historia de roma debe haber habido una liquidación de pintura naranja porque casi todas las fachadas están pintadas de ese color [view photos!]. y se ve que fue una oferta importante porque cundió también en las ciudades vecinas. a los 10 minutos de haber llegado a florencia me doy cuenta de que soy el único ser humano en pantalones cortos. evidentemente no solo soy malo planificando el vestuario de mis vacaciones sino que también tengo problemas con el día a día. a pisa llegué con la imagen de la gente sosteniendo la torre. yo creo que soy subnormal, porque no le encuentro la gracia. que alguien lo haya hecho una vez, muy bien, qué ocurrente, menos mal que la atajaste. los millones de fotos que vinieron después estuvieron un poco reiterativas. yo me saqué una pateándola para que desde la utopía se saquen las ganas todos los que estaban del otro lado. la torre no se cayó, hubiese sido una desgracia. una desgracia con suerte [view photos!].