postales mágicas

de purrete solía hacer girar un mapamundi y ponía el dedo para ver donde me iba a ir de vacaciones. por alguna razón que desconozco, siempre caía en el océano pacífico. por alguna razón que sí conozco, siempre nos íbamos a córdoba. 20 años más tarde el dedo cayó entre córcega y sardegna. técnicamente esta vez no fue mi dedo sino el del dueño del barco, pero a quién le importa. en el camino paramos nuevamente a darnos un chapuzón. estamos perfeccionando la técnica, ahora nos tiramos colgados de una driza, con lo cual el momento tiene un plus de adrenalina. claro que no se compara con saltar en paracaídas desde un edificio, pero la idea es divertirnos un rato, no perder la vida [view photos!]. en córcega no bajé mucho del barco. les pido perdón a los oficinistas, pero me dio fiaca. en sardegna saqué a relucir mi italiano: Bon giorno principessa y hasta ahí llegamos. con los días lo voy puliendo, agrego un Bona sera. cómo les gusta el brillante a los tanos. el despliegue de collares y pulseras y remeras y relojes y carteras es tal que hay que andar con anteojos oscuros incluso en interiores. por acá todo lo que brilla es oro, y lo que no también es caro. en el momento cumbre de un asado antológico, un personaje de un planeta que no es el mío nos muestra 3 fotitos que llevaba en su billetera. testimonios del paso de los años, dijo él. cómo pasar de carabinieri a delincuente en 3 fotos carnet, pensamos todos. cuando la velada estaba por culminar, como cuando toda velada está por culminar, siempre hay uno que tira un Y si vamos a... entonces fuimos a la playa. a las 4 am una de las chicas sale corriendo hacia la orilla y se tira al mar al grito de oggi è san sorenzo, viva san lorenzo! con este acto ya se aseguraba una cara de OH en todos los presentes, pero como no quiso escatimar lo hizo desnuda. sin darme tiempo a pellizcarme, aparece una monjita, vestida de monjita, que biblia en mano entra a caminar por la orilla del mar. repito, eran las 4 de la mañana. corroboro que efectivamente debo estar soñando cuando entra en escena un señor con 3 siglos encima que dobla la apuesta y empieza a caminar con el agua por las rodillas. lapsus más tarde el sol asoma por detrás de las montañas, primero como una tormenta de lava y después como un amanecer. no sé si soñé todo esto o no, pero por suerte nunca cerré los ojos.

3 comentarios :

  1. Espero tus posts como espero las vacaciones. O al cartero.
    Gracias.
    Anonimo

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  2. Lindas drizas, como para usarlas de defensas en el Little Mo.

    Un abraso burro!

    Miguel

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